miércoles, 19 de febrero de 2014

La flor del romero


 La floración de los almendros adorna con sus blancos rosados los perfiles del paisaje pre primaveral. En los campos siempre húmedos de final del invierno, entre los verdes de la hierba rasa, brotan despreocupadamente flores blancas y amarillas, como las mimosas, que exuberantes, alternan  con los mismos almendros en los márgenes de caminos y carreteras. Tan solo la flor del romero rompe esta dualidad de colores  con su violeta iridiscente. Un color que refleja bajo el Sol que mas reluce, como atrapándolo en sus pétalos, y que abarca todos los matices de la gama, lilas, malvas e índigos.  Una flor delicada, la del romero, que contrasta con la rusticidad de la planta de la que brota. Un flor aromática, y gastronomicamente  deliciosa.