lunes, 30 de junio de 2014

Cocina y música, una historia americana





Es fácil caer en los tópicos al hablar de la cocina americana, nord americana;  y esto es así  por que la imagen que nos llega es casi siempre la que proviene del cine o  la televisión, imágenes que no son mas que postales  que describen un paisaje muy limitado de la realidad física, social y cultural de los EEUU. A poco que nos interesemos, en seguida nos daremos cuenta de que además de las grandes producciones de Hollywood, los mitos musicales de ayer y hoy, la Coca-Cola, los tejanos, los comics, el básquet,  los Corvette y las Harley Davidson, entre otros símbolos muy característicos, los EEUU son también un país con una gran riqueza cultural que además, exporta con  facilidad a todo el mundo, con la particularidad, que el mismo tiempo, es capaz de absorber todo tipo de culturas con naturalidad, siendo esta ultima característica, seguramente, una de las causas de su éxito como nación.

Lo mismo sucede con la gastronomía, lejos de los tópicos que nos llevan a creer que los americanos solo se alimentan con hamburguesas, hot-dogs, pizzas, batidos y grandes helados, lo cierto,  es que la cocina tradicional de los Estados Unidos, es una gran cocina llena de diversas  complejidades que provienen de sus múltiples orígenes. Fiel reflejo de la multiculturalidad de los diferentes grupos de emigrantes que formaron el país originalmente, llegados de lugares tan dispares como Europa, Asia o África, cada uno de ellos aportando sus propias costumbres, técnicas e incluso productos, sumado a las experiencias culinarias de los nativos americanos y los alimentos que estos usaban, como el pavo, las patatas, el maíz o los pimientos, el recetario tradicional americano se formo como un gran mosaico culinario, que estado a estado, se muestra con matices distintos,  dependiendo de donde fueran sus influencias mas determinantes. 

Un ejemplo bien descriptivo de todo ello, es la historia de uno de los platos iconos de la gastronomía moderna norte-americana, que además, ha exportado a todo el mundo: la hamburguesa. 

Los orígenes de este conocidísimo bocadillo se sitúan en el costumario culinario de los tártaros rusos, que ablandaban trozos de carne de res bajo la silla de su caballo. Ello dio lugar al steak tartar, o filete tártaro, cuya primera referencia es recogida en los libros de Marco Polo. En el siglo XVII, los barcos procedentes de Rusia que llegan al puerto de Hamburgo, denominado en aquella época el “puerto ruso”, por la gran presencia de ciudadanos de aquel país, traen consigo las recetas y costumbres de Rusia, y con ellas, las del tartar.  La importancia del puerto de Hamburgo es creciente y con la llegada del vapor, se convierte en el mayor origen del flujo migratorio europeo hacia América.  De esta forma, la primitiva hamburguesa evoluciona en los restaurantes del nuevo mundo; primero pareciéndose mucho a la receta original, servida cruda con cebolla y otras verduras, y posteriormente pasa a ser cocinada a la parrilla con diferentes salsas hasta llegar al sándwich actual,  que tanto éxito ha tenido y tiene.  Un apasionante recorrido por diferentes países y culturas.  


Como la cocina tradicional americana, la música que se puede considerar como estadounidense, ocupa un amplio catalogo de géneros musicales que provienen directamente de la confluencia de la musicalidad propia  de los nativos,  original del país, más las múltiples aportaciones de la diversa  emigración. El blues, como roots músic o música de raíz, es probablemente el genero musical que mas ha influenciado en la historia de la música americana, tiene su origen en las raíces de la música del África oriental propia  de  los esclavos que trabajaban los campos del bajo Mississippi;   se desarrollo después a través de los espirituales, la música antillana de  los criollos de Nueva Orleans, el góspel, junto con las rimas inglesas, baladas escocesas e irlandesas,  y mas tarde, ya en plena interrelación con la música blanca europea, la tradición musical de occidente, formo parte de  casi toda la música folk, popular, de los EEUU como el ragtime, bluegrass,  jazz,  rhythm and blues, o el rock and roll de los años cincuenta.